Estaba dormido en mi habitación, había llegado muy cansado
de estudiar toda la tarde en la universidad. Recién había entrado en un sueño
profundo, cuando de repente recibí una información sensorial por medio de mi
olfato y fue allí cuando desperté al sentir que mi madre estaba al lado mío
observando como descansaba su hijo. Esta sensación la describimos como la
percepción y desde allí empezamos a aplicar todo un mundo de pensamientos,
juicios y sensaciones que hacen parte del conjunto de este concepto, a través
del entorno en el que crecemos y podemos
iniciar la experiencia de sentir en todo nuestro cuerpo, específicamente a
través del oído, el tacto, el olfato, el gusto y la vista; todos estos son
perceptores que nos trasmiten todo lo que sentimos y acumulamos en nuestro
cerebro el cual se encarga de almacenar las imágenes vistas y de añadirle a
nuestra memoria, cada vez más datos importantes que luego van a ser recordados
y vamos a asimilar inmediatamente por ser actividades muy cotidianas.
Algunas personas por falta de alguna capacidad visual recurren
más a sentir y recordar; ya que por su interacción en el medio se puede
acostumbrar a vivir de ciertas maneras lo que a otra persona se les dificultaría
de modo visible, por no tener el mismo estilo o acople de vida. Esto ocurre muy
a menudo con las personas que viven con un estímulo constante que después de un
tiempo se les pasa por alto de lo acostumbrados que puedan estar a esta situación
determinada.
Los cinco sentidos que poseemos todas las personas, pueden
ser desarrollados unos más que otros, por diferentes ámbitos de vida o por
gusto propio. Ejm: podemos hacer que nuestro olfato aprenda de manera constante
y disciplinada a catar un buen vino, lo que va a diferenciar a un enólogo de
una persona que no practique esta actividad. Así mismo una persona con una incapacidad
visual acostumbre su tacto y sentido de orientación de una manera más notable
que una persona que está dotada de todos sus sentidos nuestro cerebro realiza
una de las funciones más importantes, de nuestra vida, ya que va muy de la mano
con los sentidos de las personas, este es capaz de clasificar lo que sentimos,
como lo sentimos y las reacción que tendremos en cualquier tipo de situación
que nos rodee en los momentos que vivimos.
Al clasificar toda la información, los seres humanos podemos
reaccionar sintiendo ciertos estímulos que pueden ser de gran agrado o que
pueden brindarnos experiencias novedosas y ser cada día personas más
arriesgadas a querer acercarnos a lo desconocido.
Muchos de los estímulos que percibimos a diario no son
justamente estímulos deseados, por lo contrario son dados por la fuerza de las señales.
Su familiaridad, su variación o su intensidad lo cual en algunos casos capta
inmediatamente nuestra atención y en otros no son identificados, siendo ignorados por nuestro cerebro que es el q capta
todos los sentidos, relacionándolo, inconscientemente.
Los seres humanos somos selectivos, sabemos lo que queremos
y lo que nos gusta, esto hace que las personas emitan juicios sobre las cosas
que no les agradan o que sabemos que no cumplirán con las expectativas. Es
importante no crear este tipo de juicios, así nuestro cerebro ya nos tenga
programados para ciertas cosas, porque de esta manera estaremos desperdiciando
situaciones y circunstancias que podrían ayudar a nuestro desarrollo como
personas. Las actitudes que tenemos frente a lo que nos rodea también hace que
las personas perciban el tipo de personalidad que tenemos y muchas de estas
actitudes son brindadas por la información que tenemos recepcionista en nuestro
cerebro.
Vivimos en una sociedad guiada por ciertas pautas a seguir,
las cuales llamamos valores; conocidos por todos y dados por el ámbito cultural
y tradicional en el que nos desarrollamos, pero no podemos perder de vista que
todas las personas somos diferentes y reaccionamos consciente o inconscientemente
dependiendo de las situaciones y las formas de vida. Acercándonos más a la
parte psicológica estamos haciendo referencia a las características heredadas
por los padres.
La percepción es lo
que recibimos por medio de los sentidos y es procesada por el cerebro, podemos
reaccionar de forma física o mental.
Percibimos de diferente forma sensorial, variando en los
sentidos ya estén todos activos o con falla en alguno, los seres humanos solo
percibimos una cierta parte de los sentidos a esto los científicos lo llaman
umbrales absolutos de los sentidos, el cerebro se encarga de controlar cada uno
de los órganos sensoriales que están preparados para recibir información, es un
mecanismo de control. Es el cerebro el que procesa la imagen y nos permite ver
las cosas en su posición correcta.
Los seres humanos desde la infancia estamos interpretando la
información de las las cosas o los ambientes constantemente desde nuestros
sentidos, debemos aprender a desechar,
adoptar o reinterpretar la información que recibimos de nuestros sentidos,
comparar, distinguir, etiquetar, y categorizar. Está dedicado a aprender cuándo
aceptar o rechazar los datos mostrados por nuestros sentidos, la expectativa
nos lleva a cabo a realizar acciones prudentes y sensatas, aunque la
expectativa también puede ser un punto negativo para nuestra relación y
comunicación con las personas , nosotros percibimos la información de acuerdo a
que si es favorable o desfavorable para nosotros.
Algunas personas quieren “ver” el mundo como algo regular.
Los psicólogos dicen que nos sentimos atraídos o repelidos por el olor corporal
de la otra persona, lo percibimos, pero no somos conscientes de haberlo hecho.
Y no solo es subliminal el hecho de sentirnos atraídos por otra persona,
también por otras cosas como la televisión, nuestra actitud también influye al
momento de percibir aunque la intensidad
de los estímulos también influye mucho. El sentido común nos dice que, si oímos
un ruido fuerte o vemos una luz brillante, nuestra atención se verá
automáticamente atraída hacia allí.
Lo que percibimos a diario nos hace personas llenas de
experiencias y llenas de emociones que nos brinda el concepto de la percepción,
gracias a esta podemos definir muchos de nuestros actos y, no hay nada más rico
que disfrutar de lo que sentimos.
Hablando un poco más sobre las pautas que nos inculca la
sociedad empezamos a hablar de los estereotipos, esto están dados en todas las sociedades,
ya que empezamos a notar que lo que nos gusta es un factor muy objetivo que se
presenta en casi todas las situaciones que nos rodean, es allí cuando empezamos
a condicionar lo que sentimos o lo que vivimos al querer solo ver de una forma
aceptable las cosas que a nuestro juicio son agradables, ya que son guiadas por
el contexto social en el cual se desarrolla en ser humano. Empezamos a realizar
un etiquetado, y si no está dentro de estas especificaciones no lo vamos a
querer o no nos interesaría adquirirlo y sentirlo. Todo este etiquetado o
seleccionado muchas veces es inconsciente ya que nos lo dan muchas veces
factores externos a lo que queremos dentro de cada quien como los medios de
comunicación que llenan muchos de los espacios en los que intelectualismos diariamente, lo cual hace que creemos cierto estereotipos o juicios adelantados
y nos atrapan con su aguja hipodérmica haciendo casi imposible que nos zafemos
de las ideas que nos venden estos medios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario